Encapsulado de Placenta
La placenta es un maravilloso órgano vascular, fundamental para la realización de la vida. Sin placenta no hay gestación posible.
La sangre de una mama y la de su bebé nunca se mezclan. La placenta es quien se encarga de tomar, del cuerpo de la madre, todo lo que el bebé necesita para formarse. La placenta es el primer nexo entre la madre y su bebé, la vía de comunicación por la que se transmiten hormonas, nutrientes y sangre. Es la primera forma como una madre nutre a su bebé y la primera forma en la que un bebé comunica sus necesidades a su madre.
La palabra ‘placenta’ significa en latín Torta. Hay tanto un lado fetal como un lado materno a la placenta, por lo que podría decirse que es un producto tanto de la concepción como del cuerpo de la madre por ende también es el único órgano que pertenece a dos personas. El desarrollo de la placenta y la trasfusión de fluidos comienza a partir de la 3ra semana de gestación y es un órgano completo y funcional para la 12va semana de gestación y sirve al bebé de las funciones que cumplen los pulmones (oxigenar la sangre), riñones (limpiar la sangre), hígado (hormonas), sistema digestivo (nutrición) e inmune (anticuerpos).
Normalmente la placenta se descarta luego del alumbramiento, muchas placentas son entregadas a laboratorios farmacológicos donde extraen las hormonas y proteínas de larga cadenas para usar en la elaboración de cremas antiarrugas, rímel, shampoo, tratamientos dermocapilares y en una menor cantidad para terapia localizada de rehabilitación por lesiones en atletas. En China la medicina de placenta la usan los hombres para aumentar el conteo de esperma y a la mujer que ha dado a luz se le sirve en sopa o en cápsulas para recuperar fuerzas tras el esfuerzo del parto.
En occidente el servicio de convertir las placenta de una madre, tras el nacimiento de su bebé, en capsulas para tomar como un suplemento vitamínico post parto se haya disponible en todos los Estados Unidos, en Canadá, Holanda, Alemania, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, en América Latina en Puerto Rico y Costa Rica. Cada vez más mujeres están regresando a casa con su bebé y su placenta. Independientemente si decide la madre consumirla para su beneficio o entregarla a la tierra para nutrirla, con más fuerza se sostiene el paradigma que la placenta es un producto orgánico con funciones y utilidades más allá del nacimiento.
Cada placenta es única y responde al código genético de cada mujer, por ello la fórmula de esta medicina es individual, fabricada a la medida de cada mujer en particular, por su propio organismo. Al reincorporar la placenta al cuerpo de la madre se reintroduce lo que originalmente la placenta tomó de ella.
Especialmente minerales como el hierro, abundante en la placenta. El déficit de Hierro tiene una fuerte incidencia en el desarrollo de la depresión post parto. Por lo que la placenta puede ser particularmente útil para madres que ya hayan experimentado depresiones anteriormente o madres quienes hayan tenido hemorragia post parto.
En los demás mamíferos, que todos consumen su placenta, sean carnívoros o no, domesticados o no, la placentofagia (ingerir la placenta) gracias a su alto contenido hormonal, favorece la lactancia haciendo más rápida la bajada de la leche, pero también aumentando su valor nutricional. Muchas madres guardan parte de sus capsulas de placenta para momentos de transición, como volver al trabajo cuando saben que su producción de leche pueda verse alterada.
A qué te puede ayudar el consumir tu placenta?
*Restaurar la energía tras el esfuerzo del parto.
*Aportar hierro, minerales y vitaminas.
*Balancear los niveles hormonales.
*Reducir la loquia o sangrado post parto.
*Aumentar la cantidad de leche y mejorar la calidad de la misma.
*Ayudar al útero a contraerse a su tamaño original.
*Asistir en la transición hacia la menopausia (tintura de placenta).
Qué hormonas se encuentran y se transmiten por la placenta?
Gonadotropina: Es la primera hormona placentaria, solamente se produce durante el embarazo. Esta hormona se encarga que el la mujer continúe produciendo progesterona.
Lactógeno placentario (hPL): esta hormona promueve el crecimiento. Promueve el crecimiento de las glándulas mamarias en preparación para la lactancia. También regula la glucosa en sangre de la madre así como sus niveles proteicos y lipídicos para que estén disponibles al feto.
Estrógeno: Contribuye al desarrollo de las glándulas mamarias en preparación para la lactancia, estimula el crecimiento del útero para acomodar al creciente feto.
Progesterona: Esta hormona es necesaria para mantener la capa endometrial en el útero durante el embarazo. Previene además el trabajo de parto antes de término al inhibir contracciones uterinas.
Dos componentes adicionales de la placenta: Neurokinin y células supresoras de Linfocitos que ayudan a envolver a la placenta y al bebé con el sistema inmunológico de la madre.
Beneficios Reportados por el Consumo de la Placenta
La universidad de Nevada en los estados unidos realizó una investigación sobre los efectos en la madre del consumo de la placenta postparto. El antropólogo médico Daniel Benyshek y la estudiante de doctorado Sharon Young entrevistaron 189 mujeres que consumieron su placenta en el postparto. El objetivo: conocer qué beneficios les había traído, si había habido algún efecto secundario y cuál había sido su método de preparación.
La mayoría de los participantes (92%) reportaron una experiencia positiva, 98% afirmó repetiría la experiencia. Sorprendentemente 52% de las mujeres del estudio dieron a luz en hospital, eliminando la noción que solo quienes parían en sus casas o centro de parto se interesaban por esta práctica y establece un precedente sobre la cesión de derechos de la placenta por parte del hospital. Los efectos negativos mencionados incluyen dolor de cabeza (4%) sabor/olor desagradable (7%) ninguno (69%)
El estudio concluye con la necesidad de realizar estudios más profundos con grupo control (que reciban placebo) doblemente blindados (es decir que ni la mujer ni quien entrega el medicamento sepa si es el placebo o es extracto de placenta) para despejar dudas sobre si los beneficios percibidos estuvieran sujeto a preconcepciones o efectos placebo.
Porqué encapsular la Placenta?
La Placenta. Tan sólo con mencionarla sabemos que estamos entrando en territorio desconocido. No es común haber visto una placenta, incluso para una madre que recién acaba de dar a luz es poco probable que le hayan mostrado su placenta y menos probable que haya regresado a casa con su bebé y su placenta. Sin embargo por ajeno que suene al comienzo, cuando se comienza a hablar de la placenta parece que lo que se dice, así sea la primera vez que se escucha, tiene sentido. Suena coherente, si todos lo mamíferos, la excepción que confirma la regla siendo los camellos, sin importar si son salvajes o domesticados, carnívoros o herbívoros consumen su placenta tras el parto, de qué no estamos perdiendo al descartarla? Qué formas hay de consumirla?
Ya en la primera división de células, luego de la concepción, se hace evidente qué conjunto se convertirán en el bebé y qué grupo formarán la placenta. De allí en adelante la placenta se desarrolla junto con el embrión; el motivo de muchas de las pérdidas antes de las 12 semanas tiene que ver con algún imperfecto en la placenta, por ello se dice que la placenta es fundamental para la gestación, debido a que la placenta es el puente entre una madre y su bebé. La placenta es quien toma de la sangre de la madre exactamente lo que el bebé necesita para formarse, minerales, proteínas, toda la inmunología de la madre, además fabrica sus propias hormonas y es responsable de llevar a cabo las labores de tres órganos fundamentales (riñón, hígado y pulmones) mientras estos se forman en el bebé. Tras el nacimiento la placenta, con el cordón aun conectado, hace una última transfusión al bebé, en el que la placenta le entrega todo lo bueno que posee (incluyendo una carga importante de hierro que lo protege de la anemia durante los primeros 3 años de vida), después de esto la placenta se desprende (dejando una herida en el lugar del útero en el que echó raíces; el sangrado de esa herida es llamado loquia) y sale del cuerpo de la mujer (alumbramiento).
El alto contenido hormonal de la placenta hace que esta sea usada para prevenir y tratar una hemorragia posparto, la placenta es rica en vitamina k considerada un potente antihemorrágico; se usa especialmente en países Africanos y del Sudeste Asiático, y en menor pero creciente cantidad en Europa, Australia y América. En el momento del alumbramiento el doctor o la comadrona ofrece un pequeño trozo de la placenta a la madre quien la coloca por unos momentos entre la encía y la mejilla o bien debajo de la lengua. Las hormonas envían entonces una poderosa señal al cerebro indicándole que el embarazo culminó y que es hora de contraer el útero a su tamaño inicial y comenzar la producción de leche.
Y puedo consumir mi placenta?
El racional de por qué comer la placenta tras un parto se sustenta en que hacerlo reincorpora a la madre lo que la placenta tomó de ella. Ese ‘tomar’ de la placenta es tan poderoso que es la razón por la que a las mujeres se les hace tomar suplementos vitamínicos y minerales durante todo el embarazo. El hierro es, particularmente, uno de los minerales importantes, que se hayan en buena concentración dentro de la placenta y que es fundamental para la salud en el posparto; el déficit de hierro está asociado a la depresión posparto.
Así mismo, a los pocos días del nacimiento hay una caída repentina en la producción de hormonas de embarazo que unido a las exigencias y retos de cuidar a un recién nacido pueden dejar a una madre sintiéndose vulnerable, triste. La ‘melancolía posnatal’ es tan común que afecta hasta a 80% de las mujeres, suele durar entre un par de semanas y un mes, consumir la placenta tras el nacimiento es una forma de reintroducir hormonas al cuerpo de forma que la transición no sea de golpe, sino progresiva.
En humanos el consumo de placenta ha aumentado la cantidad y calidad de la leche también se ha comprobado la presencia de hormonas reductoras de estrés en la placenta. En animales ha reducido la recepción de mensajes de dolor en el cerebro (acción analgésica) y demostrado la presencia de células reparadoras en extracto de placenta humana; la prueba fue en realizada en ratas.